El equipo de cirugía del Hospital aplica una técnica quirúrgica para la colocación de prótesis parciales de rodilla en pacientes que sólo tienen afectada la parte lateral de la misma.
Este tipo de intervención permite conservar la parte sana, ya que en esta técnica, el cirujano únicamente retira el hueso y cartílago dañado, sin necesidad de sacrificar partes no afectadas de la articulación, a diferencia de las prótesis convencionales.
Al tratarse de una cirugía menos invasiva, la incisión es más pequeña y supone una menor pérdida de sangre, factores que contribuyen a que la recuperación de estos pacientes sea más rápida, llegándose a reducir un tercio respecto a cirugías convencionales.
La prótesis unicompartimental lateral de rodilla está fabricada principalmente por una aleación de metales, pero como particularidad, cuenta con un inserto móvil que permite un mejor balance articular, disminuyendo así la rigidez de después de la intervención.
Aunque esta técnica fue descrita a principios de los años 70, en la actualidad este procedimiento quirúrgico abarca el 1% de todos los procedimientos protésicos de rodilla y un 6% de las prótesis unicompartimentales implantadas. Algunos estudios consideran que esta técnica está infrautilizada en relación a los beneficios obtenidos, mientras para otros esta baja incidencia de aplicación es debida a la complejidad de la técnica. Así mismo, en este proceso es muy importante la selección de los pacientes ya que el éxito de la intervención está directamente relacionado con la elección de los mismos.
Se considera que los principales candidatos a esta técnica quirúrgica son pacientes afectados de artrosis de rodilla, una afección articular crónica degenerativa y progresiva. Esta patología suele presentarse en pacientes de más de 40 años de edad, de ambos sexos, aunque con predominio en las mujeres. Por lo regular su inicio es unilateral, con tendencia a hacerse bilateral con el paso del tiempo.